Aniversario de la muete de Galileo Galiei. Astronomía, Filosofía y Derecho
Galileo miró el cielo y revolucionó la tierra
Galileo Galilei, conocido como el padre de la Ciencia y la Astronomía Moderna, no sólo revolucionó las ideas en su área de conocimiento sino que sentó las bases para nuevos pensamientos sobre el mundo y la forma en que lo miramos hoy. En un cruce entre Astronomía, Filosofía y Derecho podemos comprender que sus descubrimientos trascendieron fronteras disciplinares y giraron toda la matriz filosófica y cultural que llega, incluso, hasta la manera de observar la justicia en nuestros tiempos.
Galileo fue la primera persona en apuntar un telescopio al cielo en el Siglo XVII. Esa tecnología, que en sus inicios se utilizaba para la navegación y que sólo aumentaba la visión tres veces del tamaño real tendría, a partir de ese momento, un aumento treinta veces mayor y se utilizaría también en otra dirección: el firmamento. Con esto sentaba las bases para el nuevo estudio del Universo.
En aquellos tiempos, la visión tradicional y arraigada del Universo era el modelo geocéntrico. Según esta concepción, basada en las ideas del astrónomo y matemático griego Ptolomeo, la Tierra era el centro inamovible del cosmos, y todos los demás astros, incluyendo el Sol, giraban a su alrededor. Esta creencia no era meramente científica; tenía profundas implicaciones filosóficas y teológicas que se ajustaban a las Sagradas Escrituras.
A pesar de estas creencias epocales, Galiei, se aferró a otro modelo para explorar el cosmos: el heliocéntrico. Este modelo, propuesto por el polaco Nicolás Copérnico, cambiaba radicalmente el paradigma ya que sostenía que el Sol era el verdadero centro de nuestro sistema, y no la Tierra. Como plantea Yose Kanagusuku, Doctora en Astronomía y divulgadora en Lunas de Saturno: “Galileo descubrió que los cráteres de la Luna indicaban que los astros no eran esferas perfectas, las fases de Venus daban a entender que Venus debía girar alrededor del Sol, y las lunas de Júpiter señalaban que no todos los astros giraban alrededor de la Tierra. Con estas certezas se aferraba aún más a sus creencias sobre el modelo heliocéntrico de Copérnico, tirando por la borda las ideas de un modelo geocéntrico”.
Lo que hizo de Galileo un verdadero revolucionario no fue solo su apoyo al heliocentrismo, sino la metodología que empleó para llegar a sus conclusiones, que se diferenciaba de sus predecesores porque éstos basaban sus teorías en textos antiguos e interpretaciones teológicas. El “padre de la ciencia”, comenzaría así a desarrollar una nueva forma de investigar basándose en la observación y en la experimentación. De esta manera, sus hallazgos no solo ampliaron nuestro conocimiento del espacio sino que transformaron los modos de hacer ciencia. En este sentido, la astrónoma dice: “Con estos descubrimientos, nos regala los primeros pasos en el método científico y las primeras evidencias contundentes del modelo de Universo que se acepta hoy”, y agrega, “con estas observaciones, Galileo ganaba fama y una gran cantidad de enemigos".
Por debajo de la mesa, las ideas revolucionarias. Por encima, la Santa Inquisición.
Lo que conocemos un poco menos es otra implicancia de las ideas de Galileo: él proponía explícitamente liberar a la investigación científica de la doctrina teológica y con esto ponía en jaque las estructuras de poder dominante ¿Por qué?
En estos tiempos, “la Iglesia Católica tenía una gran influencia sobre casi todos los aspectos de la vida y, en particular, sobre los conocimientos que se generaban”, explica Facundo Rodriguez, Dr. en Astronomía del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE, CONICET-UNC) y divulgador en “Lunas de Saturno”. “A través de las familias monarcas, que muchas veces financiaban a estas personas que generaban nuevos saberes, querían tener un control sobre todos los aspectos de la vida. También intentaban tenerlo sobre cómo era la cosmovisión o cómo se interpretaba el Universo y esto no podía ir en contra de las escrituras que se consideraban sagradas”, expresa. Por esta razón, cuando algún conocimiento entraba en conflicto con sus creencias, las personas eran acusadas y perseguidas.
En Junio de 1633, luego de un juicio que duró más de 20 años, Galileo Galiei fue encontrado culpable de herejía por sostener que la Tierra giraba alrededor del Sol, contrariando las Sagradas Escrituras. La condena lo forzó a retractar sus teorías, prohibió la publicación de sus escritos y pensamientos y lo mantuvo en prisión domiciliaria hasta su muerte.
Como explica el Dr. Esteban Llamosas, director del Instituto de Estudios sobre Derecho, Justicia y Sociedad (IDEJUS, CONICET-UNC), “en esa época el derecho europeo, ya empezaba a ser permeado por algunas doctrinas del racionalismo, no era el mismo Derecho de la de la Edad Media, sin embargo todavía arrastraba mucho de aquel viejo derecho medieval de base romana y canónica que era interpretado tanto por teólogos como por juristas. Era un derecho romano de base cristiana y por lo tanto eso también influye en todos los campos del conocimiento. A Galileo Galilei lo juzgó la Inquisición Romana, que era un Inquisición moderna aunque reconocía un origen medieval que trataba de perseguir la herejía”.
Cambio de paradigmas, cambian las preguntas y cambian las respuestas
Si la tierra no es el centro del Universo ¿Qué otras preguntas se estaba haciendo? ¿Qué implicaba esto a futuro y para otras generaciones? “Galileo es recordado por la frase ´pero igual se mueve, la tierra igual se mueve´. Esta frase implica un cambio en la percepción del mundo, es decir ya no era el centro de la Tierra sino el Sol. Era un cambio respecto al pensamiento tradicional del momento de Ptolomeo y Aristóteles que entendían que el centro era la Tierra y era el hombre, en particular, el hombre europeo”, expresa Catalina Tassin Wallace, Lic. en Filosofía y becaria doctoral del IDEJUS.
El desafío del revolucionario astrónomo no se limitó a su ámbito; tuvo repercusiones profundas en la filosofía y la forma de hacer preguntas sobre el mundo. “El cambio de paradigma implicó un cambio de las preguntas que se estaba haciendo del modo en que estaba mirando al mundo. La importancia de estas nuevas preguntas no residía sólo en la obviedad de sus respuestas, sino en las implicaciones que tenía para el futuro y para otras generaciones", afirma la becaria.
Este cambio metodológico, y esta nueva forma de mirar el mundo, permitió a su vez "cambiar los sujetos que se están teniendo en cuenta en dichas preguntas y por ello cambiar las implicancias de las respuestas" comenta la Lic. en filosofía. Esto tiene resonancias en campos como la filosofía latinoamericana, donde el cambio del centro respecto al varón europeo blanco permitió reconocer y ver las particularidades del sujeto Latinoamericano, de la mujer latinoamericana, de comunidades originarias. En la Filosofía del Derecho, algo similar ocurrió con la Declaración del Hombre y el Ciudadano, inicialmente enfocada en el hombre blanco, pero que con el tiempo y un cambio de foco, llevó a reconocer a la mujer blanca, al hombre negro y, posteriormente, a la mujer latinoamericana.
En definitiva, sus descubrimientos en Astronomía no sólo transformaron nuestras ideas, pensamientos y comprensión del Universo, sino que también inauguraron una era en la que la observación y la experimentación se convertirían en los pilares del conocimiento, desafiando la autoridad dogmática y marcando el inicio del método científico moderno, tal como lo conocemos hoy.
Entrevistas realizadas a
- Esteban Llamosas, Dr. en Derecho y Ciencias Sociales, investigador del CONICET y director del IDEJUS.
- Catalina Tassin Wallace, Lic. en Filosofía y Becaria Doctoral del IDEJUS.
- Yose Kanagusuku, Dra. en Astronomía y divulgadora en Lunas de Saturno.
- Facundo Rodriguez, Dr. en Astronomía, investigador del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE, CONICET-UNC) y divulgador en Lunas de Saturno.
Por Cecilia Agonal para IDEJUS y Lunas de Saturno. Comunicación IDEJUS.